Sunday, October 15, 2006

Ahora




...Silencio antes de nacer, silencio despues de la muerte; la vida es puro ruido entre dos insondables silencios.

I.A.


Se me acaban las palabras, los pensamientos. Me faltan las fuerzas para combatir. Las convicciones se escurren y acabo creyendo en nada. El tiempo pasa: los dias, las semanas, y yo no los siento. En mi interior el tiempo se ha detenido, como si estuviera ausente de todo lo que hago, observando mi vida desde afuera, sentada en una butaca. Gimnasio, trabajo, universidad. Y todo me sabe a nada.

Me pretendo la misma, luchando aún contra este estado que mi cuerpo ya comienza a reconocer como suyo. Indago en el pasado, tratando de descubrir el momento en que algo elemental cambió en mi estructura, cuando el rumbo se perdió en el horizonte y los pensamientos se confundieron unos con otros. Pero no lo encuentro, no logro dar con él.
Entonces, dejo pasar el tiempo, esperando que éste me ayude a descifrar este acertijo y devuelva mis pasos hasta ese momento en que todo era simple y claro.

Pero el tiempo no despeja las dudas, sólo las incrementa. Y lo que empezó siendo un juego, un reto - a ver que tan lejos puedo llegar- terminó revolviéndome hasta las entrañas, desdibujando mi camino y entumeciendo las estrechas conexiones con el interior, condenándome a vivir sin vida.

Ahora todos los días son iguales, ahora todo es caos; las verdades son mentiras y las dudas pueden más que las razones. Ahora, se me ha perdido el valor de mis sueños, el peso de mis deseos y, aunque he tratado de recuperarlos, no los encuentro. He canjeado mis penas por indiferencia y creo que he salido perdiendo. Mi mente se ha desconectado de mi alma y ahora, ambas andan pérdidas en el mismo laberinto sin encontrarse nunca.

Las esperanzas se agotan y las fuerzas no se renuevan. Si caigo, ¿Cómo haré para levantarme?

Iana
7: 22 pm
Domingo
15 Oct., 2006