Sunday, July 02, 2006

El Profesor II

(Este es un post cortesía de una amiga que se inspiró despues de leer el mio. Me pidio que lo anexara como la continuacion. Que tal?)

Entonces se hizo otro día y digamos que el ultimo día, de ciertas ansiedades solo porque la vería a ella, esa chica de ojos perturbadores y labios sellados. Esta vez vistió saco y falda de trabajo; digamos que estábamos combinados pues imaginaba como sus manos quitaban cada botón de mi camisa mientras yo hacia lo mismo con ella.
- Muy bien alumnos, luego de pasar la lista vamos a empezar con....
Así comencé la clase mientras ella me veía con atención. No podía parar de imaginar aquello sobre los botones....
Pero tenía que concentrarme y dejar de pensar en eso. Las horas fueron largas para mi pues miera sus piernas y ya tenia el sabor a miel de ellas.
Al fin, digamos que esa tanda de ansiedad termino para mi. Esta vez fue la ultima en salir, terminaba unos apuntes y recogía unas cuantas cosas. Ya no quedaba nadie.
Se paro de su asiento y venia hacia mi, la vi caminar como una gacela en todo su esplendor; esta vez no se veía tan tímida y su mirada había cambiado un poco. Caminaba de la manera más sexy y despacio, yo por mi cuenta baje la mirada para firmar la lista pero el pulso me temblaba. Sin mas ni menos vi como su manos se deslizo en el escritorio dejando una nota y sin decir palabra salio del aula...
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Era hoy o nunca!! por fin me decidí a arriesgar mi papel de alumna y a ir tras lo que quería y lo único que en mi rol podía tener: una apasionada aventura con aquel hombre, mi profesor.
Antes de irme escribí una nota para dejarla sobre su escritorio. Decía: "será mi imaginación pero creo saber que esta pasando y a ti te pasa igual. Te espero. Baño de hombres ultimo compartimiento."
No podía creer lo que hacia pero seria lo último.
Camine con seguridad en lo que hacia aunque me temblaban un poco las piernas. Llegue hacia el y no espere que levantara la mirada pues seria un poco difícil para mi, así que solo acerque mi mano, deje la nota y salí.
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No podía creer lo que decía la nota, realmente lo deseaba tanto como yo. Levante la mirada y solo vi su celaje saliendo del aula. No sabia que hacer pero al final me olvide de mi rol como profesor, de mi esposa y solo decidí seguir lo que durante el semestre había deseado: esas piernas alrededor de mí.
Me levante con la lista en manos y el maletín y me dirigí al lugar citado.
Entre y no hubo palabras solo solté la lista y el maletín y me abalancé sobre ella. Ella así mismo asintió hacia mí.
La bese como si nunca volviera a besar a ninguna mujer y mientras la besaba, tocaba aquellas piernas que tanto me habían invitado a un disfrute inigualable.
Comencé a besar otras partes de su cuerpo, quería saber hasta donde llegaba su perfume y poco a poco baje a su cuello donde yacía un lunar que me invito a rozar mi lengua sobre el, mientras desabotonaba su camisa para por primera y única vez disfrutar de sus senos en mi boca; y mientras mis labios bajaban y descubrían un poco mas de ella, mis manos subían por sus piernas para llegar a lugar mas preciado.
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Salí del curso y me dirigí al lugar en cuestión. Estaba un poco nerviosa pero ya me había arriesgado así que tenia que esperar a que pasara lo que tenia que pasar. Decidí esperar solo 5 minutos pues tampoco perdería lo que me quedaba de dignidad. Para mi sorpresa llego al lugar en 3 minutos. No era mi imaginación me deseaba también! Entro y se lanzo sobre mi, me beso y fue tocando y besando cada lugar mi cuerpo de una manera un tanto salvaje pero mas que salvaje, sentía que me deseaba, que era una necesidad para el. Yo me deje llevar de las sensaciones que producía en mi cada beso y cada vez que sentía que su lengua rozaba con mi piel. Pero también quería tocarlo así que de alguna manera deslice mi mano hacia su pantalón sintiendo toda su virilidad y tocándolo de manera que la excitación fuese mayor.
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Yo la tocaba y ella me tocaba era algo sumamente excitante, como si no hubiese sentido eso anteriormente. La veía revolcándose sobre mí de placer y quería producirle aun más, así que baje mi cabeza y comencé a propiciarle el mejor sexo oral que yo pudiese dar. Deslice mi lengua al inicio un poco suave para probar la humedad que ya mis manos habían comenzado. Pero la excitación era tal que esa no era la mejor forma y solo me deje llevar y lo hice mas y mas rápido sin dejar de propiciarle placer y sentía como lo disfrutaba y cuando levante un poco la cabeza sus pezones estaban tan duros como yo y no pude evitar también tocarlos y besarlos, hasta que ya. Decidí penetrarla, logre introducirlo sin negación alguna, todo su cuerpo era para mi en ese momento. Una y otra vez lo hacia mientras la miraba a los ojos y veía lo estallaba que estaba y que tanto lo disfrutaba. Se saboreaba los labios con la lengua y luego los mordía. Era muestra de que ambos estábamos que explotábamos de placer. La penetre hasta que el descargue de energía, pasión y deseo, decidió salir de ambos al mismo tiempo. Y ahí quede. Sobre ella unos segundos.
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Lo toque hasta que el decidió bajar hasta el lugar que yo también deseaba que lo hiera. Y ahí comencé a peder la razón. No se si era el momento o que pero me brindo la mejor sensación que se pueda sentir a causa de un oral. Mis sensaciones en ese momento se dejaban ver por como se estremecía mi cuerpo hasta que se dio cuenta de que estaba lista para aceptarlo dentro de mi. Y lo hizo. Fue un enorme placer para mi sentir como su pene duro y erecto entro sobre mí. Me penetro un y otra vez y mi nivel de excitación era mayor. Mientras me penetraba lo miraba a los ojos y veía el placer que sentía de estar dentro de mí y cada vez era mayo hasta que no pudimos esperar más y ahí quedamos. Por unos segundos no podíamos movernos pues nuestros cuerpos habían agotado toda la energía en un encuentro inolvidable para mí.
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Recordé que no podíamos estar mucho tiempo ahí así que, subí el ziper de mi pantalón bese su pierna en demostración de que había satisfecho la necesidad que sentía de estar con ella. Recogí mi maletín, la lista, seque mi cara y salí hacia mi destino. Fue algo increíble y que no olvidare. Creo que ya podré dormir tranquilo aunque no se si el deseo vuelva a nacer si la veo en el siguiente semestre.
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Luego de terminar por completo comenzó a arreglarse, beso mi pierna y siguió. Yo mientras arregle mi camisa, mi falda, me retoque un poco. Espere que saliera primero de aquel lugar donde hicimos historia y luego salí yo, triunfal por haber logrado aquello que deseaba y esperaba con ansias. Puedo sentirme satisfecha de que no se volverá a repetir pues ese deseo quedo ahí para mi. Pero no olvido su habilidad con las manos, los labios, y aquel miembro duro y erecto que me hizo vibrar.

Nabila
Sabado
1ro Julio 2006

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