Mi punto de equilibrio

(porque cuando el alma llora el corazón poetiza
pero si el alma está feliz el corazón no tiene prisa)


Hay un lugar escondido
entre mi anatomía y cupido
que soporta mis flaquezas
y me guía con destreza
hacia mi objetivo final.
Que controla mi cordura
que me lleva a la locura
sin tener yo forma alguna
de poderlo controlar.

Es mi punto de equilibrio
que agudiza mis sentidos
que aumenta mis latidos
y me hace delirar.

Porque yo soy todo y nada
y así son mis palabras
aunque tenga muchas ganas
no me atrevo a declarar
que te quiero y te deseo,
que te extraño y te anhelo
y aunque tu seas sincero
no lo puedo evitar.

Eso si, no me provoques
tu bien sabes como soy
si me llamas no contesto
si me buscas no estoy.

Dame alas, dilo todo
quiero ser tuya,
pero a mi modo.
No tengas miedo
no te haré daño
yo sí te quiero
aunque parezca extraño.

Dale sentido a mis palabras
toma mis manos, mirame y, Habla!
dime lo que sientes
házmelo saber
no ves que después de todo
sí soy una mujer?

Hazme una promesa
y cumple tu palabra,
dame una sorpresa
que me deje sin habla;
vamos, vamos HAZLO!
que mi corazón no tarda
en tomar una decisión,
en darte mi alma
pues la suma de mis miedos
menos todas mis certezas
da mi punto de equilibrio
y calcula tu destreza
y me hace comprender
entre datos y simplezas
que se siente con el corazón
y no con la cabeza.

Iana
Jueves, 9 marzo 2006
10:45am